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Entrenamiento

¿por qué?

La meta de acoger un vencejo herido o huérfano en la clí­nica de vencejos es siempre restablecer su capacidad de vivir en la naturaleza y realizar su liberación lo más pronto posible. Tras un tratamiento médico adecuado es a menudo necesario hacer ejercicios de movimiento con el paciente durante la convalecencia para prevenir la atrofia muscular y para reforzar la musculatura de vuelo. También para pacientes que permanecen por necesidad durante largo tiempo en cautiverio, p.ej. a causa de defectos del plumaje, la fisioterapia es esencial. Vencejos que han sufrido contusiones o cuya ala tuvo que mantenerse temporalmente inmovilizado después de una fractura, pueden producir anquilosis de una articulación y pueden terminar en una incapacidad permanente de volar si no reciben una terapia de movimiento intensiva. Recuperar y reforzar la confianza en si mismo por fisioterapia y ejercicios de vuelo puede ser de interés vital y muy importante para la psique del pájaro, que, después de haber sufrido accidentes y lesiones, está a menudo gravemente bajo choque y turbado. Vencejos que han recibido un amplio injerto de las plumas primarias tras una operación intensiva, necesitan normalmente algunos dí­as de entrenamiento, para que se acostumbren a su "nuevo" plumaje. Claro que también sirve de control si el injerto ha tenido éxito y si el conjunto de plumas queda firme y fisiológicamente bien ordenado también bajo gran actividad fí­sica.

 

¿cuánto?

Lo óptimo es por lo menos media hora de entrenamiento de movilidad al dí­a para cada pájaro. En la clí­nica de vencejos hay una habitación especial para el entrenamiento. El suelo está cubierto de mantas blandas y sábanas limpias, en las paredes y delante de las ventanas están colgadas cortinas largas de algodón con mallas gruesas, en las que el pájaro puede agarrarse fácilmente al aterrizar. La calefacción, la repisa de ventana y el marco de puerta están tapizados con espuma plástica. Toda la habitación está concebida de tal manera que un pájaro volando no puede herirse en ninguna parte. El que tiene que entrenar un vencejo en su propia casa deberí­a tener en cuenta que este pájaro alcanza una gran velocidad también a corta distancia, y todos los utensilios y muebles, ventanas, espejos, etc., tienen que estar asegurados cuidadosamente. Como los vencejos se caen a menudo al suelo al ser entrenados, éste tiene que estar tapizado blandamente.

 

vencejo en entrenamiento en cortina © C. Haupt
habitación de entrenamiento de la clí­nica de vencejos © C. Lerbs

¿cómo?
Al principio de la fisioterapia hay que acostumbrar al vencejo a este tipo de ejercicios. Lo mejor es ponerlo en el suelo tapizado y dejarlo solo, para que aletee y se mueva andando. Muy pronto empezará a utilizar las alas y moverse por la habitación. Entonces deberí­a colgarlo en la cortina para que aprenda a agarrarse y escalar. Algunos lo hacen tan rápido que casi no queda tiempo para coger una silla y cogerlo desde muy arriba de la barra de cortina. ¡Tenga mucho cuidado al soltarlo de la cortina, los pies son muy frágiles y los vencejos suelen agarrarse muy firmemente!
¡No deje nunca el vencejo sin vigilancia en la habitación de entrenamiento! Fuentes de peligro, en las que nadie habí­a pensado, siempre hay en alguna parte. Además un vencejo puede ser pisado fácilmente cuando esté en el suelo.

 

ejercicios de escalada
Escalar en la cortina, que se hace con la ayuda de las dos alas, fortalece la musculatura del pecho – y, mejor que en cualquier gimnasio de deporte, la musculatura del trasero y de los muslos del fisioterapeuta, que a cada paso tiene que subir la silla, estirarse hacia arriba y volver a coger al candidato. Porque igual que un gato, un vencejo no piensa en bajarse solo. Desde su punto de vista es comprensible, pero para el entrenador solamente es tolerable si tiene la estatura de un jugador de baloncesto.

 

ejercicios de escalada en la cortina © C. Haupt

ejercicios de vuelo
Algunos vencejos saben empujarse solos de la cortina. Esto puede resultar algo peligroso, p.ej.  cuando el candidato todaví­a está alicaí­do, puede caerse y herirse. Hay que probar de a poco cuánto se puede exigir del pájaro al principio, y dejarlo volar hacia la cortina primero de corta y después de más larga distancia. Esto se hace con un ligero impulso de la mano estirada. El entrenador debe encontrar la relación correcta entre la intensidad del impulso y la capacidad de volar del pájaro. El vencejo ni debe caerse bruscamente al suelo ni contra el techo de la habitación, sino deberí­a aterrizar de manera normal en la cortina. ¡Entonces con mucha cautela, por favor! La habitación de entrenamiento de vencejos no es una bolera.

 

entrenamiento de vuelo en la habitacón de entrenamiento asegurada© E. Brendel

Entrenamiento en la mano

El entrenamiento sobre la mano es difí­cil y requiere mucha práctica. Pero si uno lo domina es una muy buena posibilidad de entrenar también a aquellos vencejos que no deben entrenarse volando o escalando, porque p.ej. empujan nuevas plumas. Los ráquises superfrágiles, que aún no están desarrollados y por esto todaví­a están irrigados con sangre, se quebrarí­an, se doblarí­an o se golpearí­an durante un entrenamiento normal. Como aquellos "empujadores de plumas" son a menudo muy inquietos, necesitan una manera de moverse con la cual no se arruinan sus plumas valiosas.Siéntese primero en el suelo sobre una manta blanda para que no pase nada por si acaso el pájaro se cayera. Ponga al vencejo sobre la mano derecha, déjelo agarrarse en su dedo í­ndice y el dedo medio. Con el dedo anular y el dedo meñique abarca cuidadosamente el cuerpo y la cola, apoyándolos así­ lateralmente. El dedo pulgar queda suavemente sobre la espalda del vencejo, justo lo suficientemente firme para que no pueda escaparse. Fijados cuidadosamente en esta posición, la mayorí­a de los candidatos comienza ya a aletear.
El entrenador debe ahora prestar una especial atención a: 1) que el pájaro no se escape por entre los dedos, 2) que las alas girando no golpeen contra la mano, 3) que las plumas remeras en la palma de la mano no se doblen o quiebren, 4) que los propios dedos no entren de atrás en las finas plumas primarias del brazo del vencejo y las doblen, 5) que el pájaro en la mano no quede aplastado por tanto esfuerzo... – ¡todo esto  a la vez! Entrenamiento en la mano es sin duda fisioterapia para avanzados.

 

entrenamiento sobre la mano © C. Haupt
¿quién entrena a quién? © C. Haupt

 

Otras formas de fisioterapia

Igual que en la rehabilitación de la medicina humana, ejercicios de distención, acupresión y masajes ligeros con la punta del dedo, pueden ser aplicados con éxito en el vencejo por un cuidador experimentado. Estos tratamientos son tolerados a menudo de buena gana. Cierto tacto, comprensión y conocimientos de anatomí­a son en cambio imprescindibles.

 

está permitido de motivar a pájaros perezosos acaraciándolos. © E. Brendel

¿cuánto tiempo?
¡Hasta liberarlo! La duración y el transcurso del entrenamiento dependen del avance que hace el candidato. Algunos re recuperan bastante rápido y dan vueltas apañadas volando por la habitación de entrenamiento. Otros necesitan semanas y meses hasta que hayan recuperado su capacidad de volar. Hay que prestar mayor atención a posibles cojeras y asimetrí­as de las alas, del cinturón escapular y de los movimientos de vuelo. Si Ud. está inseguro, haga la "prueba de giro": Ponga al vencejo de espalda, y si se puede dar vuelta a la posición ventral, el cinturón escapular está intacto. Si no lo puede lograr, si aletea indefensamente de espalda, con un ala medio apretada al cuerpo, el pronóstico es dudoso. Entonces hay que evaluar con urgencia radiológicamente que le falta al pájaro.

 

Para un inexperto puede ser muy difí­cil evaluar si un vencejo convaleciente está realmente en forma para ser liberado. No corra ningún riesgo, mande mejor a tales pájaros a la clí­nica de vencejos, donde es posible una mejor apreciación de lesiones y sus consecuencias a causa de la larga experiencia con miles de vencejos. Una lección de entrenamiento deberí­a siempre terminar con una vivencia positiva para el vencejo.

 

Entonces termine siempre con un vuelo „bueno“, es decir nunca con una caí­da, aterrizaje de emergencia o después de haber entrado en barrena, sino siempre con un vuelo exitoso hacia arriba en la cortina. Esto aumenta la confianza del pájaro en si mismo. Hable con él cuando lo entrena, alábele y aní­melo. Va a sentir exactamente por el tono de voz qué Ud. quiere decirle y su confianza va a trasladarse a él. ¡Vencejos son extremadamente sensitivos!

 

 

¿Cuándo no se debe entrenar?

No haga nunca ejercicios de vuelo con vencejos juveniles que todaví­a no pueden volar. ¡Los volantones no necesitan ningún entrenamiento! Como máximo es recomendable probarlos brevemente en la habitación de entrenamiento justo antes de liberarlos, para verificar si el juvenil volantón es capaz de volar. Ocurre repetidamente que se crí­a a un vencejo juvenil, no sabiendo que de polluelo habí­a caí­do del nido y por consecuencia ha sufrido una lesión del ala o del cinturón escapular, y este defecto no se nota durante todo el tiempo de crianza. Uno no se da cuenta antes del momento de liberación, y el vencejo volantón experimenta un doloroso aterrizaje de barriga donde puede herirse gravemente. Mediante una corta prueba de vuelo en la habitación de entrenamiento almohadillada se pueden distinguir a tiempo eventuales cojeras, una posición asimétrica de alas , etc.

 

Vencejos con lesiones frescas, luxaciones, fracturas inestables, etc., tampoco deben ser entrenados nunca, ni tampoco hay que hacer ejercicios de movimiento o de vuelo con ellos. Contusiones son muy dolorosas, en estos casos siempre hay que esperar a que el pájaro empiece por si mismo a mover el ala, antes de comenzar con una fisioterapia. Pájaros traumatizados con una conmoción cerebral o en choque tampoco se deben entrenar. Pacientes que han sufrido un impacto, necesitan a veces dí­as hasta semanas, antes de que se pueda empezar a entrenarlos muy cuidadosamente. Lo caracterí­stico en pacientes que han sufrido un impacto, es p.ej. que se caen al suelo como un saco mojado al ser entrenados en prueba cautelosa de su capacidad de vuelo, a veces sin ningún movimiento de alas. Esto se puede ensayar cada semana. A veces necesitan 4 a 6 semanas antes de que se recuperen. Pero entonces la capacidad de vuelo vuelve a menudo dentro de pocos dí­as, y los convalecientes muestran mejoras repentinas en el entrenamiento.


¿El entrenamiento no es una tortura para vencejos?
Más al contrario. La mayorí­a de los vencejos volantones que se quedan más del tiempo normal en cuidado humano, también a causa de lesiones que tienen que curarse, tienen un tan fuerte afán de moverse que no quieren parar. Un entrenamiento diario es imprescindible para su bienestar, ni hablar de la necesidad de mantener elásticos los tendones y articulaciones, y prevenir la atrofia muscular.
Pero si un vencejo muestra obvias señales de desafección y desánimo en el entrenamiento, si se agarra, se encrespa, se esconde, etc., entonces es evidente que le falta algo. Puede, p.ej., sufrir de falta de vitamina B o puede tener dolores. Ha ocurrido ya que durante el entrenamiento se descubrió a causa de su comportamiento inhabitual  que el vencejo estaba ciego de un ojo.

 

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