Luise llegó a la clínica el 13 de junio de 2012. Sus plumas primarias estaban completamente destrozadas y fue un milagro que no tuviera ninguna herida en el cuerpo. Como los restos de las plumas parecían “trituradas”, no se podía hacer un injerto. La única posibilidad fue esperar hasta que le crecieran nuevas durante la muda.

Entre los vencejos que llegaron el 9 de septiembre de Livorno, estaba también el juvenil Luigi. Era un peso ligero con un gravísimo defecto del plumaje. Los vencejos Cucciolina y Licia que habían vivido antes en el mismo terrario con Luise, ya habían sido liberados en Fuerteventura, así que Christiane Haupt, la jefa de la clínica, tuvo que encontrarle una nueva pareja. Luigi fue aceptado desde el primer momento y los dos estaban inseparables.

Supimos pronto que Luigi nunca iba a ser capaz de volar a causa de sus articulaciones del codo anquilosadas. En cambio el vuelo de Luise se mejoraba más y más, aprovechando de sus plumas crecientes.

En la tarde del 15 de mayo llegó el momento de su liberación con un tiempo espléndido y temperaturas agradables. Como Luigi hubiera sufrido bastante sin su pareja, fue sacrificado a la misma hora en que Luise volvió a su vida en libertad.