Están muy bien, ambos tienen buenas posibilidades de poder ser liberados sanos y recuperados en esta primavera. Con las fotos (estado de antes y ahora) queremos demostrar lo que significa un tratamiento adecuado, tanto por parte veterinaria como cuidado óptimo en general, alimentación apropiada y cuidado individual. Las criaturas miserables se han convertido en vencejos juveniles fuertes, bellos y vitales.

No decimos que todos lo consiguen: Woody y Mio tienen una constitución extraordinaria y una indomable voluntad de vivir. Tampoco decimos que es fácil. ¡Y sobre todo no decimos que lo puede hacer cualquiera! Los vencejos son un desafío especial para el veterinario responsable y los cuidadores. Y en casos como éste, con pacientes de larga estancia, sufriendo de daños graves, se requieren especialistas profesionales para que el pájaro tenga una posibilidad. El saneamiento de defectos generalizados de las plumas primarias requiere conociemientos especiales y una enorme experiencia. Es fatal pensar que solamente hay que esperar a la muda (que a propósito empieza no antes del fin del segundo verano de vida). Igual de fatal es pensar que el problema se pueda solucionar con un poco de injerto. Y "liberar" a un vencejo con unos déficits o handicaps es simplemente su condena a muerte. Un vencejo tiene que ser sano y tener un plumaje perfecto, sin eso no podrá sobrevivir en la naturaleza. No hay concesiones para vencejos.

Woody y Mio han tenido suerte. Están aquí, han superado la mayoría de los tratamientos con éxito, se están entrenando a diario y están esperando a su úlitma operación de injerto. En mayo, cuando los vencejos hayan regresado a nuestros cielos, Woody y Mio ojalá regresaran por fin a la libertad, junto con sus compañeros Momo y Nieboraczek, todos con nuevas alas.