La lluvia es normalmente una bendición para la vegetación escasa y la fauna de la austera isla canaria. Pero no es muy útil en el momento de una liberación de vencejos que han pasado el invierno en tierra firme. Así que las noticias del servicio meteorológico español „El Tiempo“ causaron una gran preocupación dentro del equipo de la clínica de vencejos en la semana pasada: Los pronósticos anunciaban lluvias con temperaturas relativamente frescas para el segundo viaje del 16 al 18 de enero. Igual de gris era nuestro ánimo durante el camino al aeropuerto en medio de la noche. Diez vencejos vivarachos pasaron por el control sin problemas, esperaron bien educados al embarque y despegaron a las 4.45h, rumbo al sur.
Al llegar a Fuerteventura, se veía todo el sur y oeste de la isla bajo nubes gruesas, mientras que al norte y este estaba despejado. La temperatura de 18°C tan temprano en la mañana hizo crecer la esperanza a una suelta exitosa. Pero ya durante el camino al lugar del alojamiento, más al centro de la isla en Lajares, empezó a llover y la temperatura bajaba. Llegados a la „Casa Pedro“ en Lajares, los pájaros hambrientos y sedientos fueron alimentados como corresponde. Después, una llamada de urgencia con Andrea y Pancho, nuestros ayudantes de la Finca Esquinzo en Tindaya: no hubo caso, ¡una gruesa capa de nubes y lluvia fuerte sobre toda la región de la suelta!
Tiempo para plan B: todos los vencejos al coche, a buscar el sol y otro terreno de despegue. Mientras tanto el frente de lluvia había migrado hacia la costa del este. ¡En cambio Lajares y el oeste se veían bajo la luz del sol! Al borde occidental de Lajares se descubría en una cuenca pedregosa un terreno bastante prometedor para la liberación. ¡Había llegado el gran momento! El vencejo adulto Boniface de Savona/Italia iba a ser el primero, pero se detuvo, apoderado del cielo azul sin límites, sol y viento tibio después de eternos meses de cautiverio. La toledana grácil, Aimie, en cambio, que había que esperar más de dos años a este momento, no se demoraba nada, y se fue como un cohete con unos ojos brillantes al cielo. Boniface le siguió, después vino el juvenil Rufus de Frankfurt, que casi había sido trinchado por un gato, el día que fue encontrado. Nos alegramos especialmente por él, que ya nunca ha podido perder el temor y la timidez después de su largo calvario, y que ahora pudo regresar al cielo, sano y fuerte, con nuevas plumas. Después les tocó a Tuuli y Sinead de Frankfurt, antes con graves defectos del plumaje, y ahora con nuevas plumas injertadas, seguido por Talbot, que había venido junto con el adulto Boniface de Savona, demostrando un despegue vertical sensacional. Samira y Jenaro de Maguncia, una pareja inseparable durante su estancia en la clínica, volaron ingrávidos – ¡y juntos! Al final se lanzaron Cliff de Dresde y Jojo de Wurzburgo, ambos habían pasado juntos largos meses en la clínica de vencejos.
¡Qué felicidad después de esta suelta formidable! Un día y medio de descanso y después la vuelta a Frankfurt donde están esperando otros vencejos a su injerto para ser liberados el 27 de enero durante el tercer viaje.