Repito las palabras de nuestra fotógrafa agotada, después de la sesión fotográfica con el pájaro de la semana: "Marlyssa no es un vencejo apacible con ojos llenos de alma. Ella lucha hasta que esté afuera. Su fuerza es enorme... Igualmente difícil es sacarle fotos en una caja no tapada."

Lo describe muy bien. Cuando vi Marlyssa por primera vez - llega el 30 de septiembre de 2015 junto con sus compañeros Lenny, Lukas y Iago de Wurzburgo -, enseguida estoy enganchada por su mirada brillante. Una luchadora que no quiere rendirse, fuerte, rápida, y aerodinámica como una flecha. Pero da un aspecto triste con las plumas estropeadas, quebradas... Sin embargo su cabeza la lleva con orgullo, a pesar de toda la miseria que le rodea, su destino inseguro. Está llena de vida con una voluntad indomable, no se da por vencida, lucha por su libertad. ¡Marlyssa, la amazona! El nombre lo recibe con toda naturalidad.
Sólo a primera vista se adapta al cautiverio inevitable. Come sólo la exacta cantidad para mantenerse viva, rechaza todo cariño y confianza. Los humanos son enemigos. Tal vez no es una mala convicción para un ser libre y salvaje.

Aceptamos la resistencia de Marlyssa. Adoramos su ánimo combativo y el permanente fuego que tiene. En las largas, aburridas horas, días, semanas y meses que vienen se entretiene con sus compañeros. Lenny y Iago nos abandonan después de cierto tiempo, solamente le queda Lukas, el fuerte y siempre hambriento pendenciero, cuyo apodo "Lukas el Toro" tiene su razón. Poco después llega Arpad el Gitano, tímido y siempre en movimiento. Tres despistados, que ya habían tenido que sufrir bastante en su vida corta, contra el resto del mundo.

El resto del mundo trata mientras tanto de mantenerlos vivos y sanos a los tres rebeldes tercos. Pero qué son grillos, baños al sol y entrenamiento de vuelo comparado con la libertad perdida. Le prometo a Marlyssa que va a volar. ¡Y pronto! Me mira con recelo y se arredra, su mirada va por la ventana, febril y sin esperanza. Lukas y Arpad lo soportan con más sosiego, pero Marlyssa se tira a las paredes de su caja con sus alas estropeadas...

Presiento que su lucha va a terminar... ¡No, nunca!
Tantos otros están a la espera, pero no siempre se puede seguir estrictamente la lista: Marlyssa será operada más temprano. El 24 de febrero nuestra amazona recibe 25 nuevas plumas primarias y rectrices, y se convierte en la voladora rápida y esbelta que en mente siempre ha sido.

Ya al día siguiente da sus giros en la sala de entrenamiento, los ojos brillantes, con soberanía, concentración, llena de nueva esperanza. ¡Marlyssa va a vivir! Sólo faltan unas 2 semanas hasta que también ella pueda emprender el viaje al sur, para reencontrar su verdadera patria sobre la isla canaria soleada. Para siempre, el cielo sin límites.

Para la amazona Marlyssa.

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