¿quién no lo conoce? Muchos de vosotros han seguido el destino de Woody con gran compasión, temían por él, tenían esperanza en él. El debate por y contra su eutanasia que su mal estado había provocado al principio ha caldeado los ánimos. La vitalidad extraordinaria de Woody se ha sobrepuesto a todos los pronósticos. Ahora está sano y todavía con nosotros, porque - ¡hasta ahora no quiso volar!

Recordemos, para memoria:

El 14 de julio de 2015 Woody llegó a nuestra clínica. Tenía unas 5 semanas de edad y un peso de sólo 26,2 grs., un peso de absoluta emergencia. Woody había recibido durante semanas una alimentación inadecuada, así es víctima de la mezcla fatal para la cría de insectívoros que suele encontrarse en las tiendas, que ya ha costado la vida a innumerables polluelos. Los pocos insectos que Woody recibía, no bastaban para minimar los daños de esa mezcla alimenticia. Además sufría de una fractura doble del pico, la punta colgaba verticalmente hacia abajo. El plumaje de Woody estaba en condiciones devastadoras, empapado e incrustado. Era una verdadera miseria ... y lo creíamos perdido...

¡Pero Woody quería vivir! Su estado se estabilizaba. Aunque se le quebró la punta del pico, pudo ser operado de tal manera que ya podía usarlo y tendría que ser capaz de cazar insectos sin mayores problemas. Más nos preocupa el estado de sus pies. Al principio ambos pies estaban demasiado débiles para poder agarrarse en la cortina durante el entrenamiento. Después de 4 meses, un pie está suficientemente fuerte para poder mantener el peso de Woody en la cortina. Woody sabe volar y lo hace con gran entusiasmo - pero no quería ser liberado. A finales del verano lo intentamos varias veces, pero siempre se fue marcha atrás hacia la mano protectora o se agarró. Nunca forzamos a ningún vencejo a volar. Es que algunos necesitan más tiempo antes de decidirse a favor de la libertad.

Pero ahora Woody tiene que esperar. Sus plumas primarias, algo deterioradas, ahora están hirsutas y ralas. Para poder despegar, tendría que recibir un injerto. Woody tiene buena paciencia, se ha vuelto adulto mientras tanto, más tranquilo. Con regularidad se está entrenando en la gran sala. Desde hace mucho tiempo, Momo, un juvenil también mal alimentado, es su mejor amigo. Otros ha visto llegar e irse, como la frágil Alouette, que desgraciadamente tuvo que ser eutanasiada, o el fuerte Ramón, que hace poco que fue liberado en el sur de Francia. La caja de Woody y Momo sigue encontrándose directamente en el "lugar de trabajo de la jefa". Ambos van a quedarse aquí mucho más tiempo, tal vez hasta la próxima primavera.

Nos alegraríamos si participarais en juntar el dinero para la comida de Woody y Momo. Quien quiera puede mandarnos un e-mail (mafalda1@web.de) entonces daríamos las gracias con una foto de Woody y Momo.

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