Ya forman parte de la vida diaria: pacientes del extranjero.Actualmente tenemos un vencejo de Suecia. Está en buenas condiciones, aunque necesitará más tiempo en la clínica para poder observar su desarrollo.
Otro vencejo nos llegó de Polonia. Una estudiante de arquitectura y su padre habían recibido falsas informaciones de un supuesto „experto“ sobre la alimentación, así que el vencejo había sido malnutrido. Los dos no se daban por vencido, y se decidieron viajar en 18 horas en tren a Frankfurt para entregarnos a su vencejo. Todavía no sabemos si la mala nutrición provocará daños del plumaje, el tiempo lo mostrará.
Les mantendremos al corriente.