Uno de nuestros numerosos pacientes es el vencejo real Kassiopeia de Lörrach. Fue ingresada con dos grandes plumas primarias de mano demolidas. El 24 de julio a las seis de la mañana, le hago la operación de injerto para este vencejo real alborotando sin cesar, antes de que se arruina por completo. En la tarde del mismo día Kassiopeia se alza con fuerza al cielo dorado de Frankfurt. En la altura da círculos impresionantes sobre la clínica de vencejos, rodeada por muchos vencejos comunes, para después ir a toda mecha rumbo a su patria.
¡Un aspecto inolvidable!