Cuando se recibe a un paciente en la clínica, todo va muy rápido. Y está bien, porque a menudo cada segundo cuenta. El examen clínico, la aplicación de inyecciones para estabilizar al paciente y primeros auxilios de los heridos ya son rutina en la clínica de vencejos, y por eso transcurren con rapidez y profesionalidad.

En cambio, el dado de alta de los pacientes no se puede realizar tan rápido. Los vencejos recuperados que han convencido en el entrenamiento de vuelo, están bajo vigilancia especial de la jefa de la clínica, Christiane Haupt. ¿Cómo está el estado general? ¿Se han curado todas las heridas? ¿Come normal y tiene peso normal? Si todas estas preguntas pueden ser contestadas con un “sí”, se da luz verde para despegar.

Casi cada día se liberan vencejos recuperados, sólo durante las fases de mal tiempo, como en la semana pasada, tienen que esperar. Pero con el fin de semana volvió el verano, y el 30 de junio los siguientes adultos despegaron con éxito:

Willow de Waldesch (en la clínica desde el 5 de junio)

Aristion de Hattersheim (en la clínica desde el 17 de mayo)

Fenwick de Östrich-Winkel (en la clínica desde el 23 de junio)

Florimond de Münster (paciente desde el 30 de mayo)

Después de un examen médico final se documenta el dado de alta de cada vencejo en su hoja de paciente. Y entonces viene el gran momento: desde la ventana abierta de la sala de entrenamiento regresa a la libertad.