Ya no se escuchan los gritos estridentes y penetrantes, y muy pocos vencejos se ven en el cielo. Muchos de ellos han hecho lo que algunos contemporáneos entre nosotros querrían hacer si tuvieran la posibilidad: ¡viajar a regiones con más sol!
Este fenómeno, llamado huída del mal tiempo, se podía observar también en la región Rin-Meno durante los pasados días. Se quedan solamente las parejas que están criando y tratan de luchar contra las condiciones desfavorables. En búsqueda de insectos vuelan cerca de ríos y lagos en altura muy baja, y por consecuencia corren el riesgo de chocar con coches pasantes. Las noches frías se quedan en sus nidos acurrucados sobre los huevos.
Todavía se encuentran en la clínica algunos juveniles de la temporada pasada que han recibido ya un injerto de plumas y que están esperando desesperadamente a descubrir el mundo. Pero según el pronóstico meteorológico el mal tiempo no cambiará notablemente hasta finales del mes.
El número de pacientes recién ingresados a la clínica refleja la situación meteorológica actual. En comparación al año anterior hemos recibido menos vencejos. Entre ellos se encuentra Mina que sacaron el 21 de mayo de un tonel de agua vacío. Estaba bastante demacrada con la punta del pico quebrada, pero menos mal se está recuperando poco a poco.
No sólo los vencejos se ven confrontados al mal tiempo, sino también las golondrinas, los aviones, las abejas y otros animales. Sólo queda por esperar que este período malo termine muy pronto.