La Dra. Christiane Haupt no sólo trabajaba de noche durante los meses de verano en la clínica de vencejos, también en las pasadas semanas las ventanas de la clínica estaban iluminadas hasta el amanecer.
Para poder darles la oportunidad a una vida en el aire como corresponde, los vencejos con defectos del plumaje esperando todavía a su injerto en nuestra clínica necesitan cada uno un juego completo de plumas nuevas cuya preparación minuciosa requiere horas y horas nocturnas aparte del injerto mismo. Esta técnica de reparación viene de la edad media, cuando los valiosos halcones de caza, utilizados por la nobleza, recibieron nuevas plumas para garantizar su capacidad de volar. Así lo describe el antiguo rey Federico II de la dinastía de los Staufer sobre el año 1240 en su obra “De arte venandi cum avibus” (del arte de cazar con aves), lo cual está basado en el libro “De scientia venandi per aves” del halconero árabe Moamin.
Aunque los utensilios usados hoy en día – varillas de carbón y pegamento instantáneo (super glue)- se han adaptado al actual nivel del saber, el proceso mismo, el injerto, no ha cambiado casi nada. Sigue siendo una técnica muy laboriosa y requiere absoluta precisión, enorme experiencia, saber y habilidad. No sólo se cambian unas pocas plumas quebradas, sino muy a menudo todas las plumas primarias del paciente, consecuencia de una alimentación inadecuada u otros factores dañinos. Para el tercer viaje a Fuerteventura Christiane Haupt preparó 13 juegos de pluma de vencejos fallecidos y los adaptó a cada individuo durante 2 a 3 horas respectivamente mediante operación bajo anestesia general. Esto significa un trabajo de hasta 8 horas para cada pájaro.
El entrenamiento de vuelo de aquellos vencejos con plumas nuevas es muchas veces excitante, porque se entiende ahora mejor que hay que evitar que se rompa ni una sola pluma injertada durante los primeros intentos un poco torpes. Quien estaba hace poco corto y desgreñado, tiene que acostumbrarse primero a sus alas largas y eficaces. Así un cierto entrenamiento es imprescindible y siempre es una gran alegría ver a un vencejo antes incapaz de volar de repente haciendo sus giros en la sala. Dos vencejos increiblemente buenos en este sentido son “Phoebe” de Freiburg y “Tudor” de Bucarest, que junto con otros 10 congéneres injertados y gracias al soporte de nuestros padrinos de vuelo van a ser liberados el 15 de enero en Fuerteventura.