Ha esperado desde hace meses a este momento, y reacciona con velocidad de la luz: Cuando el viento destapa la toalla de la caja antes de irnos al lugar de despegue, el cuerpo esbelto de Nadiyya se lanza arriba, afuera hacia la libertad, indomable, no se puede parar...
24 horas antes. De nuevo estoy en la isla, esta vez con "los 13 salvajes" en el equipaje. A último momento se juntó Neville, un vencejo del año anterior, al grupo de despegue, que está formado por el adulto Matisse y los del año anterior Jesper, Sindarin y Felicitas, igual que por los juveniles Declan y Nadiyya, Leia y Ravenna, Tiju y Apollonia, Aspen y Quincy. Todos los 13 candidatos han demostrado su excelente capacidad de volar con sus alas injertadas en la sala de entrenamiento y se han calificado sin duda alguna para el viaje.
Al llegar a Fuerteventura un déjà vu: nublado, fresco, mucho viento... se parece al viaje pasado de dos semanas atrás, cuando casi todo hubiera fracasado por el mal tiempo. Con malos sentimientos me instalo en mi apartamento y les doy de comer a los vencejos hambrientos. Nadiyya, de sangre caliente, destaca por su inquietud febril, pero su pareja Declan, fuerte y heróico, sabe siempre tranquilizarla. Todos se van a sus cajas, se instalan las mantas eléctricas. Brrr... A nadie le gusta la angostura desconocida. ¡Pero pronto podrán disfrutar de la vastedad del cielo!
El viento se calma durante la noche. Pero la nubosidad porfiada no quiere desaparecer. La genial fotógrafa Michaela, que de nuevo nos acompaña, comprueba repetidas veces el pronóstico en "eltiempo.es". ¡Se mejorará! Lo espero, al menos hacen 20 grados. Después del segundo turno de alimentación preparo todo, las cajas se tapan con toallas, y vamos cuidadosamente al coche. Pongo dos cajas al suelo para abrir el coche, de repente viene una racha de viento que levanta las toallas, y en este momento ocurre...
Nadiyya, este demonio, enseguida reconoce la puerta abierta del calabozo y salta. Yo también salto- ¡demasiado tarde! Entre el coche y la muralla de piedra aletea sobre el suelo, se me para el corazón. Michaela salva las demás cajas mientras tanto, tapándolas de nuevo con las toallas. Yo le sigo al vencejo fugitivo, que está rodeando el coche, siguiendo el camino. En aquel momento me doy cuenta de que ya no puedo pararla... Tropiezo hacia adelante para no perderla de la vista, sin poder creerlo, aturdida. Se va por encima de la valla, hace un eslalon por entre árboles y arbustos, esquiva la casa con bravura y empieza a subir. Dejo de decir palabrotas y reclamo con entusiasmo: "okay, pues arriba contigo, qué te vaya bien! Corro hacia el coche donde Michaela vigila las demás cajas, y saco a Declan. "No la puedo dejar volar sola", le digo, "le voy a mandar su pareja enseguida". Declan opina exactamente lo mismo, y al mismo momento se alza con elegancia sobre nuestras cabezas a la altura siguiendo a Nadiyya. Sólo unos segundos y desaparecen en el cielo. " De aquellos no tenemos fotos de despedida", dice Michaela, "¡fue demasiado rápido!".
Después de este comienzo fulminante cargamos el coche y nos vamos al terreno de despegue previsto. En el camino recogemos a Andrea, la tercera del grupo. "Dos vencejos ya se han escapado", le informo con alegría. Nadiyya y Declan les han robado un poco el show a los demás. Cada uno se posiciona, somos un equipo coordinado. Y ahí estamos otra vez. El viento nos enfada con rachas perfidas y levanta a cada vencejo una plumita de la cabeza, pareciéndose a una gorra en las fotos de despedida. Ninguno quiere esperar, todos se tuercen en la mano, queriendo irse por fin.
Jesper comienza. El hecho de que vuela hoy día es un milagro, un año y medio después de haberse arruinado contínuamente sus cañones de pluma crecientes. Verlo hoy con plumaje inmaculado en el cielo me hace llorar. Le sigue Sindarin, la rumana fuerte y luchadora, como un adulto. Después Neville, el aerodinámico, ¡simplemente maravilloso! Leia y Ravenna nos demuestran otra vez que también juveniles dominan perfectamente su elemento. El adulto Matisse da un espectáculo de perfección, tal como lo habíamos esperado, igual que su pareja hermosa Felicitas. Tiju, Apollonia y la salvaje Aspen conquistan el cielo tan rápidamente que casi no los podemos seguir con los ojos. Al final viene nuestra esbelta y frágil Quincy, cuyo historial difícil con liberación fallida y cojera nos preocupaba durante mucho tiempo. Después del injerto se ha mejorado tanto que lo arriesgamos hoy día. ¡Y como quiere! Y puede. Se alza al viento, ingrávida y al mismo tiempo con fuerza, desapareciendo sobre la falda pedregosa del monte, siguiendo a los demás. Todos a la misma dirección.
Fue todo tan rápido, me siento completamente aturdida, un poco irreal. Los meses de preocupación y temor, y ahora están por fin donde pertenecen. ¡Libres!
Nos quedamos todavía mucho tiempo, Andrea, Michaela y yo, comentando con entusiasmo el despegue exitoso. Buscamos en el cielo, pero todos han desaparecido. Michaela ha grabado muchas impresiones con su cámara, así nos podemos alegrar todavía en el futuro.
¡Solamente faltan dos! Pero su imagen se me quedará para siempre en la memoria. Nadiyya les contará seguramente a sus niños la historia de como escapó de sus carceleros en un momento descuido, sin temor a la muerte, seguido por su pareja Declan.