El juvenil Balthasar, llegado el 31 de julio de Mannheim, luchaba desde el primer momento para ganar su libertad. Aquel bulto de energía bastante grácil trataba sin cesar de escapar de su caja, alborotando y aleteando. Desgraciadamente tenía un grave defecto del plumaje cuya causa ya no se podía determinar. Todas las plumas timoneras estaban rotas, los cañones de todas las primarias mostraban pliegues. Al principio Balthasar daba vueltas elegantes en la sala de entrenamiento, pero se rompió una primaria después de la otro. El triste fin: una “escoba corta y desgreñada”...
Como su defecto de plumaje era tan grande, tuvo que esperar mucho tiempo al injerto, los pájaros con pocos defectos siempre vienen primero. Pero no dejaba de luchar. Aunque parecía un trapo con sus plumas destrizadas no dejaba duda que estaba hecho para volar, para ser libre.
Su fuego y su temperamento nos impresionaban tanto que Balthasar fue tratado antes de su tiempo, y el 5 de noviembre recibía 32 nuevas plumas en una operación de casi 3 horas. El pequeño luchador con los ojos grandes y llenos de alma lo ha soportado muy bien, y ya ha mostrado sus enormes capacidades de volar en la sala de entrenamiento. Junto con él vuela otro vencejo juvenil inolvidado: Cillian, que había sido eutanasiado 4 semanas antes a causa de un defecto del cinturón escapular irreparable y que ha donado sus plumas a Balthasar.
El billete a Fuerteventura ya lo tiene. İLa semana que viene va a ser! Otra vez van a viajar casi una docena de vencejos listos. İBalthasar es uno de ellos!