Con su propio abogado viajó el 20 de septiembre un joven vencejo pálido de Murcia/España a nuestra clínica. Y no profanamente en coche, como algunos vencejos españoles un poco antes mediante „transporte colectivo“ realizado por sus halladores, no, Augusto vino en avión. 6 semanas antes había caído directamente ante la puerta del despacho de „su“ abogado en Murcia, y desde entonces determinaba bastante la vida de éste. Augusto fue atendido con mucho cariño y esfuerzo, y hasta los empleados del bufete recurrían a la ayuda: en el intento de liberarlo, Augusto había caído en un campo con más o menos densa vegetación, así que todos los empleados tuvieron que asistir en el intento de encontrarlo. Fue la secretaria al final, famosa por sus ojos de águila, que lo halló afortunadamente. Desconcertado después de este despegue defectuoso, el abogado comprometido tomó la decisión de llevar a su querido Augusto a Frankfurt y así a nuestras manos. Esperamos realmente poder ayudar a este pequeño vencejo pálido curioso. Por el momento recibe fisioterapia intensiva y suele pedir en intervalos regulares una atención especial en forma de caricias y grillos extra. Augusto, que al principio estaba un poco consternado por tener que compartir su caja con dos tipos proveniendo de la región de la Cuenca del Ruhr, finalmente llegó a ser muy amigo de los dos juveniles Feivel de Bochum y Bastian de Recklinghausen. Parece que los tres no tienen dificultades de comunicación a pesar de su procedencia internacional, lo pasan muy bien acurrucándose en su trapo de color neon, limpiándose con afán uno al otro.