Friday, 13. May 2016 21:41
Por: Dr. med. vet. Christiane Haupt
enfadado, de mal humor y ofendido: Dyllen después de su accidente con el ventanal. Nos echa la culpa por su miseria. © C. Haupt
Asha, abatida y apática, y Zahir con heridas en la cabeza. © C. Haupt
Xanthe, casi masacrada por un gato, y Yasin, recuperándose de una lucha. © C. Haupt
Sarah de Potsdam, Bartok y Quax de Berlín. © C. Haupt
Abandou de Berlín y Phoebe de Frankfurt/Oder. © C. Haupt
Hay que seguir con los injertos... demasiado lento, por falta de tiempo... © C. Haupt
Zille de Berlín ya está listo. Ahora le toca al vivaracho Ethan de Görlitz. © C. Haupt
Las nuevas plumas de Ethan son del adulto Egmont, fallecido en 2014. © C. Haupt
Zille se está despertando poco a poco, el "nuevo" Ethan sigue durmiendo después de la operación. © C. Haupt
El teléfono y el timbre no paran de sonar. Xanthe de Oberhausen ha sido herido gravemente por un gato. Yasin de Frankfurt tiene varias lesiones causadas por una lucha por nidos. Zahir de Wiesbaden llegó con la cabeza herida. Asha de Dreieich-Sprendlingen está ensuciado con una sustancia alquitranada y desconocida. Y Dyllen había chocado contra un ventanal, lo encontraron en una terraza en Usingen.
En la tarde llegaron otros cinco pacientes de un centro de acogida cerca de Berlín: sus prPeor entonces es la situación desesperada de voluntarios: como nunca antes nos faltan ayudantes para la alimentación, en la oficina para contestar el teléfono, y entrenadores para la fisioterapia de vuelo de los vencejos.
Si sigue así, no podemos aguantar la temporada.