Fue el 17 de noviembre cuando 10 vencejos, listos para volar, pudieron viajar a Fuerteventura. Junto con ellos estaban los adultos Picasso de Duisburg (vea abajo), Clémentine de Griesheim, Curtis de Lörrach, Goliath de Dresde y Gilbert de Estrasburgo (Francia), igual que los juveniles Balthasar de Mannheim (vea abajo), Manesse de Saarbrücken, Blake de Frankfurt (vea abajo), Catweazle de Passau y Aidan de Baden-Baden.
En la mañana del 18 de noviembre despegaron nuestros protegidos uno tras otro sin problemas desde la punta del monte de los Guanches cerca de Tindaya. Ese día hacía exactamente 9 meses que el juvenil Diletta había sido agarrado por un cernícalo ahí mismo... El temor era grande pero esa vez todo iba bien. Nuestros vencejos se alzaron todos sin problemas al cielo dando giros, la mayoría de ellos con injertos de plumas. Sólo el pequeño Balthasar, que con su temperamento ya había intentado en cada ocasión escaparse del bolso durante el viaje junto con Manesse con procedencia del territorio del Sarre, eligió otro camino y rodeó primero el monte de los Guanches antes de desaparecer con rapidez de nuestros ojos.
Cada uno de estos vencejos era algo muy especial para nosotros, nunca los olvidaremos a ninguno, y les deseamos a todos una vida larga y feliz en los cielos.