Queridos amigos de los vencejos,

el año 2014 empezó como terminó el 2013, con muchos vencejos esperando en nuestra clínica a recibir nuevas plumas y su libertad. Aún a principios del año llegaron pájaros con defectos del plumaje, que hasta entonces habían sido atendidos en lugares privados cooperadores. Cuatro veces viajamos con vencejos a Fuerteventura, entre ellos también Diletta, un juvenil vivaracho. Desgraciadamente sobrevivió solamente unos momentos en libertad, porque fue capturado por un cernícalo justo después del despegue… Pero todos los demás conquistaron el cielo que habían anhelado durante tanto tiempo.

Nuestro primer nuevo vencejo de 2014 llegó el 21 de abril, tan temprano que nunca. Le pusimos Augusto y pudo ser liberado ya dos días más tarde. El 12 de junio nos trajeron el polluelo Franca de Wiesbaden. Teniendo recién 15 días se había caído del nido. El 16 de julio se lanzó al cielo, habiéndose vuelto volantón. ¡Y qué emoción el día 4 de julio! Cuatro polluelos de vencejos reales todavía sin plumas cayeron víctimas de una acción de saneamiento en Waldshut, y así llegaron a nuestra clínica. ¡Qué sensación para nosotros! Comparados con polluelos de vencejos comunes de la misma edad eran simplemente gigantescos, y podían pedir comida muy enérgicamente. Anton, Asmus, Alyssa y Amélie eran insaciables, devoraban grandes cantidades de grillos cada día y causaban enormes gastos para nuestro presupuesto. Los cuatro tenían una niñez incomplicada y eran una gran alegría para nosotros. El 20 de agosto los liberamos en Freiburg, a pie de la colonia local de vencejos reales.

La clínica de vencejos fue contactada en muchos casos, también del extranjero. Así llegó como último huésped de lejos el pequeño Perico de Barcelona, España. Cuando en Rumanía en agosto ya no se encontraba comida adecuada, viajaron nuestros compañeros rumanos, Mihaela y Alexandru con 27 vencejos de Bucarest a Frankfurt y se quedaron durante varias semanas para ayudarnos. En enero va a venir Elena de Taskent, Uzbekistán, para asistirnos y aprender. Vencejos comunes y reales de Francia, Monaco, de Suiza, Italia y Polonia figuran entre nuestros pacientes internacionales. En este año incluso nos contactaron por primera vez de Tailandia y Malasia. Los amigos de vencejos de allí eran así capaces de liberar con nuestra ayuda a tres vencejos pacíficos. Muy prometedores son también nuestros contactos a Israel: una de nuestras voluntarias implantó en el hospital “Safari’s WildLife” en Tel Aviv nuestros métodos de tratamiento y cuidado de vencejos.

Uno de los momentos más destacados fue la instalación de un aparato de rayos X. Ya no es necesario andar por toda la ciudad para prestar la ayuda de otros colegas veterinarios. El radiodiagnóstico es esencial para el tratamiento exitoso de aves silvestres. Además nos alegraba un nuevo climatizador durante los calurosos días de verano.

Siempre estamos muy tristes por los polluelos que no pueden pasar su tiempo de niñez en tranquilidad junto con sus padres en su colonia nativa. Otra vez habían numerosas víctimas de obras de tejado que llegaron muy traumatizadas. Otra vez nos relataron casos de nidos destruidos por saneamientos energéticos sin establecer nuevos después. ¡Es ilegal pero eso no interesa! De nuevo habían vencejos adultos que se enredaron en hilos al salir de sus cuevas nido, como por ejemplo Wesley, que tuvo que esperar casi dos días a su rescate, antes de que fue sacado de un canalón donde estaba atado con un hilo, aleteando furiosamente. Desgraciadamente no se le pudo salvar la pierna que estaba quebrada varias veces, tuvo que ser amputada. Wesley ya está libre desde hace mucho tiempo. Le agradecemos a la organización de rescate de animales UNA y a los bomberos por varias misiones espectaculares y altruistas.

Cada pájaro que nos llega tiene su propio destino, interesante de ser contado. Algunos quedan en la memoria más que otros. Como el caso del juvenil Aleta, encontrado el 6 de agosto en el patio de la cárcel de Wurzburgo. Los prisioneros ya consultaron si no era preferible matar al pobre pájaro teniendo en cuenta la fractura abierta y terrible cuando un vigilante se metió en el asunto transportando a Aleta a nuestro centro colaborador privado en Wurzburgo. De allí fue llevado directamente a nuestra clínica y operada poco tiempo después. ¡El pronóstico era malo! Pero el milagro ocurrió: Aleta se curó y volaba tan segura y bien ya pocas semanas después en la sala de entrenamiento como si nunca hubiera tenido una lesión. Fue liberada el 19 de septiembre.

En este año no fueron posibles viajes terrestres a Francia y España a causa del mal tiempo. En vez de eso ya realizamos dos vuelos a Fuerteventura y pudimos así liberar a 21 vencejos. El próximo vuelo en diciembre ya está reservado. En la clínica todavía se encuentran más de 80 pacientes, y también unos 40-50 en otros centros. La mayoría tiene gravísimos defectos del plumaje y tienen que recibir injertos. Todos aquellos quieren hacer por fin para lo que son hechos: ¡volar! Pero tendrán que esperar mucho, mucho tiempo todavía, por la falta crónica de voluntarios. El trabajo infinito del verano, 24 horas, sin acabar la jornada, sin fin de semana o día festivo, sigue también en otoño, invierno y primavera. No hay pausa invernal.

En 2014 habremos tenido unos 700 pacientes, mucho menos que en 2013. Desgraciadamente se confirma lo que habíamos temido: durante el año pasado innumerables vencejos han muerto a causa del frío, lluvia e inundaciones persistentes. La destrucción progresiva de nidos contribuye a empeorar la situación dramática. ¿Cómo será el futuro de nuestros vencejos? Malo, si no todos seguimos estar atentos ayudando como podemos para qué esta especie fascinante tenga un porvenir. ¡Les pedimos por eso su ayuda!

Los voluntarios de la clínica de vencejos de Frankfurt y la junta directiva de la DGfM les desea un buen tiempo navideño, feliz navidad y próspero año nuevo.