El médico francés de Meaux y su esposa nunca habían perdido la esperanza, aunque todos les decían que el pájaro tendría que ser sacrificado. La clínica de vencejos en Alemania, bastante lejana, les parecía ser la única solución. Pero cuando llegaron el 24 de junio en Frankfurt, después de un largo viaje en coche, presentándonos a su vencejo, dudamos mucho que la cosa podría terminar bien, tan grave eran las heridas que tenía el adulto. Todas las plumas primarias del ala derecha estaban arrancadas, el tejido blando destrozado en gran parte. Nunca sabremos qué tipo de predador había capturado a Lucie. Tuvo que haber luchado valientemente, sino no hubiera podido escaparse. Su coraje y la fe firme de sus halladores en su salvación nos animaban a nosotros a darle todas las posibilidades.

Sus graves heridas fueron tratadas y recibió un vendaje de protección. Poco a poco el ala se curó. Salió el primer cañón de pluma, seguido por otros. Increíble que le crecían nuevas plumas de este tejido destrozado. Al principio estaba muy coja, fue a la fisioterapia intensiva, y al final tenía todas sus plumas primarias menos la exterior, aunque un poquito más cortas que como deberían ser. Sin embargo estaba capaz de dar vueltas en la sala de entrenamiento. La cojera desapareció por completo.

A finales de agosto se cambiaron sus plumas exteriores demasiado cortas por nuevas más largas mediante una operación de injerto nocturna, así que ambas alas quedaban igual de largas. Especialmente bonita se veía por algunas plumas blancas que le habían crecido en la parte superior del brazo.

El 3 de septiembre fue liberado y pudo regresar al cielo. Junto con nuestro paciente italiano aún de la temporada 2012, Pippo, el adulto Crísdean, curado de una fractura de mano, el adulto Viggo y los juveniles Sanny, Svante y Blossom, despegó con fuerza y soberanía en un día espléndido con sol. ¡Qué momento especial y feliz para todos nosotros!

Tan pronto desaparecidos todos en el horizonte, informamos por teléfono a los halladores de Lucie en Meaux.