A mitad de octubre el tiempo cambió definitivamente llegando el otoño, así que nuestros vencejos restantes ya no podían despegar desde Alemania. Todavía esperan unos 100 pájaros con defectos del plumaje a que se les crezcan nuevas plumas y al injerto que les salvará la vida. Más de 50 otros están todavía en centros privados en el interior y en el extranjero, y también quieren venir. Un problema casi insoluble... No obstante, un vuelo rápido el 23 de octubre a las Islas Canarias (ida el jueves, vuelta el viernes) hizo posible el viaje a la libertad para 11 vencejos listos. En Fuerteventura hacía tanto calor que los vencejos no pudieron despegar desde el lugar conocido cerca de Tindaya. En la costa occidental, cerca de Majanicho, se encontró al final un lugar adecuado, aquí soplaba una brisa refrescante del Atlántico, muy buenas condiciones para la liberación de los impacientes artistas de vuelo que anhelaban alzarse por fin al cielo después de muchos meses de espera. En el brillante cielo azul presentaban los futuros ciudadanos del mundo un espectáculo grandioso para después volar sin demora hacia el este, ¡rumbo a África!
En casa sigue el maratón de injerto, y ya se busca el próximo vuelo pagable. Nos alegraríamos mucho sobre una donación reservada para el fin especial de un „transporte de vuelo vencejos“, porque cada vencejo que no podemos llevar a Canarias, tiene que esperar hasta el mayo que viene...