La temporada todavía es muy joven y casi ya no podemos con tantos vencejos pacientes que nos llegaron – 82 adultos heridos han sido tratado hasta ahora (comparado con los 48 de hace un año) y algunos todavía están aquí, mientras que en nuestra clínica siguen los trabajos de renovación e instalación y el personal es - como siempre- escaso.
Los vencejos vienen de todas partes de Alemania, y para mañana esperamos a un adulto suizo de Basel con defectos del plumaje.
Sobre todo para los próximos días festivos esperamos una ola de nuevos ingresos, porque con tan buen tiempo la gente estará afuera y encontrará más fácilmente a los pájaros heridos. Ojalá seamos capaces de hacer frente al posible asalto.
Para muchos pacientes no queda más remedio que librarlos con una inyección final: Hera de Dresden había perdido un ojo al chocar contra un obstáculo, Atalante de Marburg llegó con un ala media arrancada, Pearl de Radolfzell con el pico estrellado.
Se opera casi cada noche, injertos, fracturas de alas y otras cosas más: Charis y Titus de Dresden han sido operados del esternón, una fráctura complicada, y necesitan una cura intensa. También hay vencejos casi muertos de hambre y muy debilitados, como Freya de Klingenberg, que llegó con solo 29 grs. (normal son 40-45grs.).
Tanto más nos alegramos por aquellos que han tenido mejor suerte:
Senseo de Bonn se había perdido en una Cafetería donde voló contra un pegajoso cazamoscas y chocó contra dos cristales. Su plumaje se podía limpiar con éter. Menos mal que no se había lesionado, y así pronto después pudo despegar de nuevo.
Curry de Frankfurt entró por una ventana basculante en una casa, fue encontrado y llevado a la clínica, y poco después liberado.
Kate, también de Frankfurt, se enredó en hilos de nylon que algunos gorriones habrán usado para formar su nido antes, se pudo salvar y volvió el mismo día a su cueva nido. ¡Esperamos que no le pase lo mismo otra vez! Este es desgraciadamente el destino de muchos vencejos, y muy a menudo acaba con la muerte. Hilos de nylon y otra basura de la calle pueden ser fatales para animales silvestres.
