Cuatro vencejos muy especiales han conquistado hoy día el cielo disfrutando de un tiempo primaveral perfecto. Lo más emocionante fue el final feliz para nuestro acogido problemático Pecan, que llegó en julio pasado siendo polluelo aún, inmovilizado con cinta pegajosa y casi sofocado. La fijación total había sido puesta por un veterinario, que parece nunca haber oido que las aves vivas no se tratan como paquetes de correo. Los halladores desesperados nos trajeron al pequeño cenizo. Aunque la fijación inadecuada fue removida enseguida, tenía ahora un grave defecto del plumaje además de tener una fractura del ala. El pájaro traumatizado nunca ha podido perder su angustia y timidez... Pecan se había desarrollado muy bien en el entrenamiento durante las semanas pasadas, y hace poco tuvo su injerto. Cuando subió al cielo hoy día, se nos llenaron los ojos de lágrimas de alegría.
Junto con él y al mismo tiempo guía para los juveniles inexpertos, despegó el adulto Aluna, que había llegado el 26 de abril de 2016, medio muerto de hambre y víctima del mal tiempo. Estaba perfectamente recuperada.
Nos alegramos sobre todo que otros dos juveniles de la temporada 2015 han podido ser liberados hoy: la rumana Syndra, aerodinámica y segura de sí mismo, y su amigo Cato de Cottbus, un ave fuerte, grande y mesurada. Syndra me ha impuesto la obligación de mandarles un alegre y alto "Sriiii" a Mihaela y Alexandru de Bucarest, y Cato lo mismo para Sylvi Schneider de Forst.