Hay esos seres que nos miran directamente al corazón...
En realidad cada animal lo puede, pero la mayoría de la gente simplemente no lo ve. Muchos lo ven en gatos y perros. En cerdos, vacas, palomas y peces casi nadie lo ve. Porque para eso se tendría que ver con el corazón.

El joven vencejo Ciprian es entre todos uno muy especial. Llega junto con su amigo gallardo Ovidiu el 6 de diciembre 2014 de Livorno. Mientras que Ovidiu tiene solamente un defecto del plumaje levemente grave y puede viajar a Fuerteventura poco después de haber sido injertado, Ciprian se parece a una escoba. Pero éste no se da cuento en absoluto. Siendo manso y abierto, nos mira desde su caja con ojos ensimismados, esperando. Cuando hay lugar para él en el gran terrario, se muda enseguida. A partir de entonces está "pegado" en el rincón delantero para no perderse nada. Todo alrededor de él le interesa, y nos engancha a nosotros con sus ojos llenos de alma y su ser apacible.

Cipi, como lo llamamos cariñosamente después de poco tiempo, hace nuevos amigos: algunos plumados como Yolande, Keira (Erykah), Little Joe, Neville, Maly y Dooley, y unos sin plumas entre nuestros voluntarios. Esto le proporciona siempre alguna ración extra y bocados exclusivos, que recibe con modestia y amabilidad. ¡El príncipe entre los vencejos tiene buenos modales! Y un buen peso. Reside en su sofá acolchado con papel de cocina, los pies apoyados en el asiento, la pancita redonda bien visible. Una colección especial de trapos blandos de todos colores, donados por su madrina y mejor amiga muy preocupada por su bienestar, convierte el rincón austero del terrario en un lecho esponjoso, donde el príncipe Cipi tiene su corte (y a veces hace su siesta). De vez en cuando observa clementemente el puesto de alimentación enfrente y sube el ánimo de nosotros, a pesar del estrés y agotamiento. Uno tiene ganas de echarse a su lado.

El tiempo se va. La horrible temporada 2015 irrumpe en la clínica de vencejos, ya no hay tiempo para hacer injertos. Alimentar, alimentar, alimentar... Cipi lo toma con tranquilidad y empieza con la muda. La escoba se convierte poco a poco en un juvenil grande de un año de edad. Claro que las plumas mudadas sufren durante tanto tiempo y el entrenamiento regular tan importante. Un injerto es imprescindible. Al principio de enero 2016 viene el gran momento: Ciprian recibe 18 nuevas plumas primarias y timoneras. Un adulto magnífico, nombrado Odysseus, que en el verano 2015 murió a causa de un accidente, hará posible una vida en libertad a nuestro Cipi.

¡Y ésta comienza dentro de dos días! Mañana mismo viaja nuestro grande y hermoso Ciprian a Fuerteventura, junto con once congéneres, entre ellos su pequeña amiga grácil Keira (Erykah) del terrario. Allá van a navegar por fin por los cielos azules para encontrar su suerte, ¡ojalá para siempre!
Todos nosotros vamos a echarlo de menos a Cipi. Sólo su madrina va a tenerlo para siempre: ¡se ha hecho un tatuaje de una foto de Cipi!

Esta vez no pedimos por dinero de alimentación para Cipi que se va a cazar su comida solo. ¡Adiós comodidad, adiós trapos blandos! Pero los amigos restantes de Cipi, Yolande, Neville y Maly, todos de 2014, se alegrarían de recibir una donación.

Deutsche Gesellschaft für Mauersegler e. V.
Frankfurter Sparkasse,
IBAN: DE 30 500 502 010 200 163 175
Swift-Bic: HELADEF 1822