Usted va a conocer al vencejo como un huésped simpático, sociable y poco tímido, que vívidamente va a tomar parte en todo lo que le rodea. Una sola intensa mirada de sus enormes ojos oscuros, y este precioso ser ya habrá conquistado su corazón, y además activado todos sus sentidos maternales, paternales y otros. Este pequeño e indefenso pájaro es tan manso, tan confiado – seguramente ya le querrá mucho …-¡De ahí viene la malinterpretación! Los vencejos, si no han tenido malas experiencias y si no están bajo choque (p.ej. víctima de accidente o de un gato), reaccionan la mayoría de las veces por naturaleza sin miedo frente al ser humano.¡Ni hablar de manso o confiado! Como esta especie de pájaro, una especie voladora constante, nunca había conocido al ser humano como enemigo (sólo reciéntemente por armas modernas el vencejo ha llegado a ser objetivo de caza para los asesinos de aves en la región del Mediterráneo), le falta por consecuencia la timidez que conocemos de otras aves silvestres. Esto podría resultar en tratar el paciente como si fuera mascota.
¡No haga eso! Vencejos no son mascotas y deberían preferentemente quedarse solitos en su caja, excepto cuando son alimentados y limpiados. Si son dos o aún más juntos, el papel del ser humano se reduce ya de por sí a las medidas neceserias de cuidado. Cuando un vencejo está solo ya puede tener más contacto, si el pájaro lo aprecia. De ninguna manera debe juguetear con vencejos, llevarlos consigo, mostrándolos a todos los amigos y conocidos, o molestarlos o inquietarlos de otra manera. Hay que evitar que se les toque o acaricie mucho, porque la grasa de la mano humana entra al plumaje. La única compañía que un vencejo necesita de verdad es la de sus congéneres.
Comportamiento de vencejos juveniles Ya los vencejos recién eclosionados mueven fuertemente sus alitas al ser tocados o escuchando ruido. Se agarran con sus pies y, sentados en una superficie inclinada, tienen el afán de escalar. A la edad de 3 a 4 días pueden subirse agarrándose a los dedos de la mano. A los 10 a 12 días gatean y trepan por el nido cueva, con 2 a 3 semanas saltan aleteando, descansando y cayendo en un „sueño profundo“ cada par de segundos que nunca dura mucho tiempo. A casi toda edad les gusta a los juveniles dormitar y colgarse confortablemente – como si supieran que después en el aire nunca más tendrían la posibilidad de „relajarse“.
A la edad de aprox. 4 semanas empiezan a hacer „gimnasia de vuelo“: se reclinan verticalmente contra la pared apoyándose en su cola extendida. Levantan con las alas extendidas su cuerpo de tal manera que sus pies flotan en el aire, al principio por poco tiempo, después a menudo durante 10 segundos y más. Aletean fuertemente, entusiasmados y como obsesionados. Estos ejercicios son necesarios para reforzar la musculatura voladora del pájaro juvenil. En su caja siempre debería haber suficiente lugar para el entrenamiento.
Además el vencejo juvenil no tiene mucho afán de moverse, a lo sumo da unos pasos de vez en cuando, y el futuro volador permanente parece así bastante torpe. La mayoría del tiempo está limpiando intensamente su plumaje.
Entre ellos los vencejos juveniles son muy sociables. Si tiene varios vencejos a su cuidado debería tenerlos de dos en dos o de tres en tres como en la naturaleza, pero se ha experimentado que también se puede poner seis u ocho juntos en una caja (suficientemente grande). La mayoría de las veces forman grupos pequeños y se acurrucan, los casi adultos prefieren separarse, y los muy pequeños suelen sentarse entre los mayores. Los animales se limpian uno a otro, descansan y duermen uno al lado de otro, arrebujados, y parecen comunicarse en su propio idioma. Su permanente sonido de contacto es como un zumbido o canto suave, y suena como un „piy-piy“ que cambia poco a poco a un „syrr“ rodante o chirriante cuando tienen hambre, y a un „syerrr-syerr“ estridente cuando tienen miedo o sienten disgusto. En las horas de la mañana y sobre todo en la tarde al oscurecerse, los vencejos juveniles muestran una gran actividad. Pájaros casi volantones que parecen darse cuenta del pronto fin de su tiempo en nido estrecho, se entrenan entonces permanentemente.
acariciar Vencejos se asustan cuando una mano se acerca de arriba o cuando son tocados en la cabeza y espalda. Sin embargo disfrutan mucho si se les acaracia suavemente la garganta con la uña después de la alimentación. El tiempo de comer es también tiempo de contactos y palabras apacibles en voz baja. En estos momentos reclinan relajados la cabeza hacia atrás y cierran los ojos. Algunos son muy cariñosos, giran la cabeza en cualquier dirección para que se alcancen todas las partes relevantes. Así se espera casi un ronroneo como se observa en los gatos. Otros son más bien indiferentes o hasta repelentes frente a su cuidador humano. Si el vencejo se agacha y evita así el contacto, no tiene ganas a recibir caricias. Déjele su tranquilidad. Vencejos son gran individualistas, ¡uno nunco es igual que otro!
garras Si tiene poca experiencia con vencejos, podría tener cierta dificultad con las garras de su paciente. Las patas cortas, extremadamente fuertes, son concebidas para escalar y agarrarse en murallas empinadas y rocas. 4 dedos son como los de una mano abierta, colocados medio laterales y hacia frente. Así es casi imposible sentarse en una rama. Sobre todo al ser alimentado, su acogido puede engancharse en ropa, toallas, muebles tapizados, cuando intenta escaparse hacia atrás, y no es nada fácil soltar su fuerte agarre de pinza que puede ser bastante doloroso. ¡No aplique nunca violencia! sino suelte cuidadosamente garra por garra.
ejercicios "secos" Al contrario de juveniles pájaros cantores, que al final de la crianza necesitan una temporada en pajarera para su posterior reintegración a la vida libre, el vencejo juvenil pasa toda su fase de pollo en el nido-cueva, o como ahora, donde Usted, en su caja. Mientras que no sea capaz de volar, dormitará la mayoría del tiempo flemáticamente en su nido, limpiándose de vez en cuando y esperando la próxima alimentación. Ocasionalmente hace pruebas de volar y levanta el cuerpo apoyándose en las alas o aletea fuertemente. Pero no va a escparse a esta edad, ni tampoco va a volar por la habitación. Sólo más tarde, al volverse volantón y queriendo irse, puede que intente escaparse de un momento a otro con una repentina intranquilidad. Aquel es el momento de liberación para el vencejo sano con plumaje intacto y desarrollado. No tiene que aprender como alimentarse, sabe instinctivamente como cazar insectos. ¡También sabe como volar! ¡No debe hacer ejercicios de vuelo con él! Se asustaría y además podría herirse. El se preocupa solo por el entrenamiento necesario de la musculatura, haciendo sus ejercicios „secos“ de vuelo, y a partir del momento en que se va volando, es completamente independiente, se caza su comida y vuela perfectamente. Nunca más tendrá un enlace paternal.
Atención al plumaje Con mayor cuidado tiene que tratar su plumaje, no se puede repetir demasiado, porque de éste depende su vida. Plumas primarias rotas o dobladas pueden significar la muerte para un vencejo. Como ya hemos explicado, puede ocurrir que un vencejo juvenil, a causa de falsa alimentación u otras razones aún desconocidas, pierda una o varias plumas primarias. La mayoría de las veces vuelven a crecer, pero hay que considerar que dura aprox. cinco a seis semanas hasta que una pluma primaria se desarrolle por completo, y que con tanto tiempo de espera se exige mucho, tanto al vencejo que a si mismo. Es imprescindible entrenar al pájaro varias veces al día cuando hayan pasado las 6 a 7 semanas de su desarrollo normal en el nido. No todos los vencejos superan una fatiga semejante, algunos se dan por vencido en medio camino, rehusan a comer, se vuelven apáticos o enfermos.
Si su vencejo desarrolla plumas defectuosas, póngase en contacto con la clínica de vencejos por email: mafalda1@web.de . Intentamos encontrar un camino para ayudarle lo mejor posible.
El vencejo juvenil muda las plumas primarias no antes del segundo invierno de su vida. El plumaje con que lo libera tiene que sustentarlo por lo menos durante los próximos dos años, casi permanentemente en el aire. Considérelo bien y no haga experimentos en el interés del pájaro: un vencejo juvenil con plumas primarias incompletas u otros graves daños del plumaje que tal vez resultan de mala nutrición, nunca podrá hacer frente al vuelo permanente, y está condenado a muerte si los defectos no se corrigen.