Antiinfectivos

Cada antibiosis sistémica tiene que ser acompañada por un tratamiento antimicótico al mismo tiempo. Los vencejos son extremamente susceptibles para infecciones secundarias del sistema respiratorio con Aspergillus fumigatus. Las infecciones se desarrollan en la mayoría de las veces con rápidez y pueden llegar a la muerte dentro de pocos días. Por eso se debería valorar con cuidado el pro y el contra de un tratamiento antibiótico.

Una antibiosis sistémica es obligatoria después de heridas causadas por gatos. El antibiótico enrofloxacina ("Baytril"), eficaz desde hace mucho tiempo, y aplicado en forma de solución oral de 2,5%, ya no se usa en la clínica de vencejos contra mordeduras de gatos, porque según experiencia propia ya han aparecido resistencias. La inyección intramuscular con doxiciclina ("Vibravenosa") puede causar problemas, sobre todo porque el volumen de la inyección es bastante grande y podría dañar la musculatura del pecho, lo cual sería fatal para un volador permanente. Además pueden surgir intolerancias, sobre todo en individuos debilitados, hubo un caso en que el vencejo se murió. Muy eficaces y adecuadas son las cefalosporinas ("Claforan" 0,5), pero tenían que ser inyectadas de forma intramuscular diariamente durante 5-7 días. Según nuevas experiencias parece ser suficiente aplicarlas de forma subcutánea, lo cual es preferible.

Contra infecciones bacteriológicas del aparato respiratorio se usan doxiciclina y amoxicilina / ácido clavulánico ("Augmentine"), este último se puede aplicar oralmente y por esto es preferible. Nunca hay que dar antibióticos inmediatamente al constatar síntomas que parecen indicar una infección del aparato respiratorio sin hacer antes un diagnóstico fiable y prevención adecuada, porque las mismas síntomas se muestran también en las frecuentes neumonías micóticas. La aplicación inmediata y profiláctica de un antimicótico apropiado para vencejos debilitados y/o heridos, bien tolerado en el pasado, permite también un tratamiento antibiótico consecutivo en caso necesario.

En casos de fracturas cerradas no se recomienda dar antibióticos. Si un clavado de médula se hace bajo condiciones estériles, es suficiente aplicar localmente polvos antibióticos ("neomicina" en polvo) según nuestras experiencias, no hubo ningún caso de infección de herida o osteomielitis.
En heridas abiertas y contaminadas se recomienda dar sistémicamente un antibiótico que llegue bien al hueso. Se inyecta una vez al día durante 5-7 días clindamicina que normalmente es bien tolerado. Como vencejos con fracturas abiertas y contaminadas son muchas veces víctimas de mordeduras de gato, puede ser necesario valorar con cuidado cual de los preparados parece ser más útil según el caso individual: Es que la clindamicina impide una osteomielitis pero no una infección por pasteurelas, en la mayoría de los casos letal, y transmitida por la saliva del gato. Aquí ayudan solamente las cefalosporinas que no llegan bien al hueso. Una combinación de los dos no es posible. En la mayoría de los casos hemos decidido a favor de las cefalosporinas, no habían complicaciones en cuanto a la cura del hueso. Una alternativa podría ser una combinación de enrofloxacina ("Baytril" 2,5% solución oral) con amoxicilina/ácido clavulánico ("gotas Augmentine"). Ambos medicamentos se dan oralmente durante 10 días.

En caso de disturbios digestivos que se diagnostican a menudo en vencejos muy demacrados, una antibiosis sistémica normalmente no es necesaria. La aplicación oral de ampicilina tiene efecto local en el intestino y no se resorbe. Después de dos a tres días a menudo ya se ve una mejoría. En este caso un tratamiento antimicótico no es necesario.

Antibióticos locales se usan en forma de gotas oculares y nasales, p.ej. ofloxacina. No se recomienda la aplicación de ungüentos oculares porque se podrían pegar las plumas en la parte del ojo y éstas podrían dañar la córnea pinchando en el ojo.

Intolerancias con desarrollo dramático se observan aplicando cloranfenicol de manera intramuscular, basta una sola vez. La enrofloxacina en suspensión inyectable de 5 % produce graves necrosis musculares.